Kick fue raptada a los 6 años de edad y rescatada 5 años después. Tiradora experta, escapista y fabricante de bombas —aptitudes inculcadas por su captor—, a sus 21 años domina las artes marciales, el box y el lanzamiento de cuchillos. Kick entrena para mantenerse a salvo: no permitirá que vuelvan a arrebatarle su libertad.
John Bishop, un millonario enigmático y extraficante de armas, que dedica su fortuna y contactos para rastrear niños secuestrados busca a Kick para pedirle ayuda y le deja claro que no aceptará un “no” por respuesta. Kick se ve involucrada en una búsqueda incansable sin imaginar que las respuestas que se empeña en encontrar se hallan en uno de los pocos lugares que no está dispuesta a explorar: las oscuras profundidades de sus propios recuerdos.
Las habitaciones secretas es una novela de ficción, suspenso y aventuras, escrita por la conocida autora americana Chelsea Cain. Como últimamente vengo diciendo en mis reseñas, no conocía a la escritora hasta que llegó el libro a casa, pero cuando me enteré de su temática me entusiasmé mucho porque me encanta leer sobre el este tema.
Al comenzar con la lectura, inmediatamente, nos encontramos con la triste y dura historia de Kick Lannigan, una joven que tuvo la desgracia de haber sido secuestrada cuando era pequeña. Durante esos eternos cinco años de encierro, ella tuvo que hacerse a la idea de tener otro nombre y de hacer todo lo que Mel, su captor, le ordenaba para no sufrir consecuencias. A pesar de esta situación aterradora, se había convertido en la favorita de este hombre, así que él llevaba a lugares para que se entrenara y fuera escapista y una buena tiradora.
Pasaron cinco hasta que por fin fue rescatada por el detective del FBI, Frank Moony. Pero a pesar de cada uno de los esfuerzos que hizo su madre para que ella pudiera olvidarse de lo vivido, y así poder continuar con su vida, nada volvería a ser lo mismo para Kick. Ese constante sentimiento de terror a que le arrebaten su libertad la perseguiría durante mucho tiempo, y por eso, ella decide aprender artes marciales y box.
Tiempo después, luego de terminar su clase de puntería, nuestra protagonista se entera del secuestro de una niña de cinco años. Esta terrible noticia hace que ella desee desesperadamente en encontrarla.
Ese mismo día, un extraficante de armas llamado John Bishop, se apareció en su apartamento para proponerle encontrar a esos niños desaparecidos. Al principio ella le dijo que no lo haría, claro está que Kick no quería revivir su experiencia, pero al final tuvo que aceptar por la insistencia de este hombre.
Me gustó mucho la historia, pero debo decir que es bastante fuerte porque toca temas realmente delicados. Es duro leer como una persona decide un día salir a la calle y secuestrar criaturas para venderlos por unos pesos o directamente matarlos porque tienen ganas.
Sobre los personajes, Kick es una chica que pasó por una situación desesperante, que tuvo que hacerse de una corza para poder soportar todos los maltratos recibidos. Bishop es un hombre frío y calculador, que me causó un rechazo inexplicable.
En conclusión, es un libro al que no estoy tan acostumbrada porque es bastante violento, pero me gustó mucho porque es tan real. Si les gusta este tipo de historias, definitivamente deberían tener una copia en sus libreros.
"El miedo de Kick se transformó en furia, que era mucho más satisfactoria. El miedo venía con dos opciones: pelear o huir. La furia ofrecía más gamas de posibilidades."
"Eso era todo lo que siempre había querido. Un escondite."
Vive en Portland, Oregon con su esposo, un crítico de cine, y su hija Eliza. Es autora de la trilogía best seller del New York Times: Heartsick, Sweetheart y Evil and Heart, que ha sido traducida a 24 idiomas. Sus historias han aparecido en episodios de la serie de HBO True Blood y en Castle, que se trasmite por la cadena ABC. También ha escrito numerosos libros de tono humorístico como The Hippie Handbook: How to Tie-Dye a T-Shirt y Does this Cape Make Me Look Fat? Pop-Psychology for Superheroes. En 2003 comenzó a colaborar en el diario más importante de Portland The Oregonian.